_Jesús le dijo: Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios. Juan 3:3_
Aprovechando que hoy es mi cumpleaños, quisiera hacer una pequeña reflexión acerca de los bebés: La gente adora a los bebés. Hay una emoción inexplicable que rodea el comienzo de la vida. Pero en cuanto llega el día del nacimiento, se convierte simultáneamente en el día más importante y en el menos importante de la vida. Es el más importante porque, sin él, uno no tendría vida; pero también es el menos importante porque sólo es el punto de partida y luego es pasado. Después del momento del nacimiento, lo más importante es vivir.
Aunque parezca obvio, al leer el libro de Francis Schaeffer “La verdadera espiritualidad”, recordé que muchos cristianos parecen vivir del pasado. Si les preguntas “¿cómo es tu relación con el Señor?” seguramente te cuenten de una decisión pasada, un momento de crisis o una experiencia, como si los eventos pasados fueran todo lo que importa.
Según Shaeffer “_En cierto modo, el nuevo nacimiento es lo más importante en nuestras vidas espirituales, porque no somos cristianos hasta que no hemos llegado a ello. En otro sentido, sin embargo, después de que uno se ha convertido en cristiano, debe ser minimizado, en el sentido de que no debemos tener siempre nuestra mente sólo en nuestro nuevo nacimiento. Lo importante después de haber nacido espiritualmente es vivir_”. (cap. 1)
Sí, estamos agradecidos por el pasado y con esperanza para el futuro, pero nuestro camino día a día con Cristo, ahora mismo, es lo más importante. Romanos 14:17 dice: “El reino de Dios es [tiempo presente] … justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo”. 1 Juan 1:7 reafirma este énfasis en el presente-la verdadera espiritualidad se ocupa de caminar [tiempo presente] en la luz “como Él está [tiempo presente] en la luz, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia [tiempo presente] de todo pecado.”
Intersección de la fe y la vida: Enfócate hoy en tu camino actual con Cristo. Si tu comunión con el Señor está rota, deja que 1 Juan 1:8 ilumine el camino. Dice: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”.
Confíe en la promesa de Dios de perdón y limpieza en Cristo, y comience a caminar con Él de nuevo. Lo importante después de nacer espiritualmente es vivir espiritualmente.